Jorge Perugorría 
Galería Siranga Contemporánea. Valencia, España. Abril de 2008.
«Lo importante en el cine es no dejar de contar…» Jorge Perugoría.
Creo que lo importante para Jorge Perugorría es en si, y como sea, no dejar de contar. Su posición como artista, pasa por muchos medios, muchos espacios que se diferencian y convergen. Director, actor, pintor, escultor… Son todos espacios de comunicación y de encuentro; consigo y con los demás. Por ello llama la atención la extensa producción artística de Perrugoría. Hay una urgente necesidad que encontramos en el que está en comunión con la vida desde el arte.
Podríamos para comenzar a hablar de la pintura de Perrugoría, por algo usual: hablar de todas las relaciones con pinturas, movimientos, influencias y referentes ( como ejemplo: Wilfredo Lam, sincretismo, la impronta del afrocubanismo..) pero podría ser un intento de escapar de dirigirnos a lo esencial en su obra cuando hablamos de un artista que parte de la intuición y de su autoformación, siendo en sí un valor que lo define: manifiesta una obra exenta de convencionalismos, y formatos prestablecidos. Perrugoría no está contaminado con la iniciativa de decidir ser artista y hacerse. El hace. El es. Parte de la intuición, es su mayor herramienta. Encuentra sorpresivamente caminos, paisajes de su alma, zonas de lo imprevisible, del campo de lo invisible; de lo que no tiene nombre.
Podríamos si, señalar que su obra tiene un matiz expresionista ,enraizado a su posición como artista en general (actor, cine…) y como dice él en relación a la pintura; «aquí me quito todos los rostros y todas las máscaras, me quito la piel de los que he sido, y de los que he seré. Desvestido de los otros que soy yo.» Para Perrugoría la pintura es una zona más intimista, y de mayor libertad; «Encuentro en la pintura la libertad que no hay en el cine» porque la libertad va relacionada a la responsabilidad absoluta, y es la que tiene de su obra pictórica. En una Película se trabaja en colectivo. La facilidad que ofrece la pintura en este caso es no hacer concesiones de ningún tipo. Es un ejercicio de comunión, de exorcismo, de limpieza y de encuentro. Se desviste, se queda totalmente despojado, desvestido, desprovisto de máscaras, totalmente expuesto y solo frente al coraje de hacerlo.