Sí, soy un hijo de mi padre
Revista vistar | Cuba | vistarmagazine.com
Jorge Perugorría y Elsita siempre quisieron tener una familia grande. Soñaban con 12 hijos, no importaba si hombres o mujeres. Primero nació Anthuán, luego Andros, y les siguieron Adán y Amén para completar una familia que ahora crece con la llegada de dos nietas.
Este fue el primer año de Andros como papá. Por eso, el domingo Día de los Padres, la celebración en la casa de Santa Fe fue más grande y volvieron a sentarse todos bajo el flamboyán que guarda los mejores momentos de los Perugorría.
Compartían una botella de Black Label cuando VISTAR llegó, justo a tiempo para el brindis y decir Sí, soy un hijo de mi padre y sumarnos al homenaje de la marca de whisky Johnnie Walker en la voz de hijos orgullosos y viceversa.
“Queríamos una familia que se sentara todas las tardes a la mesa y pasara los domingo junta; y lo logramos”, confiesa Elsita mientras conversamos, ahora un poco más lejos de la casa.
“Pichi es un padre excepcional, lo que más le interesa en la vida es su familia. La verdad es que he tenido mucha suerte. A las madres nos es más fácil asumir la responsabilidad de criar los hijos, pero tener un padre que vele por ellos aunque ya sean hombres…Pichi a cualquier hora está disposición de los hijos. Es como un exceso de preocupación y responsabilidad. Yo creo que fue algo que siempre quiso para él y lo está haciendo con sus hijos”.
Pichi y Elsita crearon una familia de artistas. Anthuán, Adán y Amén son músicos, y Andros se abre camino en el mundo de la actuación.
“Los cuatro están muy felices con lo que hacen, y nosotros también. Somos muy afines. Vivimos todos en la misma casa; es algo mágico”.
“Como todos hemos estudiado arte tenemos mucho que ver. Siempre lo que hemos soñado es vivir juntos; por eso hay que entenderse. Cada uno tiene sus características, su forma de reaccionar ante las cosas, pero les hemos hecho entender que hay que aceptarse con las diferencias, igual pasa con las nueras. Eso es algo que se les ha enseñado desde niños. Es como una estrategia de vida”.
En casa de los Perugorría no hace falta crearse un schedule. “Ellos van haciendo lo que creen. No le hemos dado responsabilidad a ninguno, porque uno puede hacer cosas que otro no, todos somos diferentes. A Adán, Amén y a Pichi les gusta la cocina, la gourmet. Entre ellos mismos se ponen de acuerdo para cocinar. Y es como un juego. Cuando estamos comiendo uno dice te quedó bueno, pero a mi hermano le quedó mejor, por ejemplo. Son cosas que ellos disfrutan haciendo. Vivimos en comunidad”.
Elsita mira a sus hijos y ve mucho de Jorge Perugorría en ellos. “Todos han salido muy creativos. Pichi es un artista por todas partes, cuando no está actuando, piensa en un guion que quiere escribir, o baja al estudio y pinta… Él no puede dejar de crear. Y eso es algo que han heredado”.
Anthuán, Andros, Adán y Amén han aprendido a vivir con el hecho de ser hijos de un padre exitoso. “Desde niños se han enfrentado a personas que tratan de no ver el talento. A veces la gente es muy dura, pero eso se soluciona haciendo, el resultado es parte del trabajo y eso es algo que han aprendido de su papá”.
“Todos deberíamos estar orgullos del padre que tenemos, sea conocido o no. Si no te sientes orgullo de ser un hijito de papá, es porque no has tenido la suerte de tener a tu lado una figura paterna. Nosotros tratamos cada día de estar más unidos y felices”. ¡Brindamos por eso!