Más Vampiros en La Habana
Director: Juan Padrón
Guión: Juan Padrón y Senél Paz
Música: Rembert Egües
Duración: 80 minutos
En esta segunda entrega, Padrón ha contado con un invitado que presta su voz al Capitán Dumigrón: el actor Jorge Perugorría. Más Vampiros en la Habana obtuvo el primer premio del Festival de la Habana al mejor film de animación y fue seleccionada para participar en el Festival de Cine de Cartagena.
Secuela de «Vampiros en La Habana», filmada también por Juan Padrón en 1985. La primera película se centra en la historia de Bernhardt Amadeus von Dracula (hijo del Conde Dracula), quien busca inventar la fórmula que le permita a los vampiros caminar bajo la luz del sol.
Más vampiros en La Habana es una sátira que utiliza elementos históricos y culturales para crear una historia fantástica, la acción en esta secuela se ubica en la década de los años cuarenta. Con una notable mejoría en el proceso de animación, la historia también está revitalizada 18 años después de la primera parte. Conserva el humor criollo y lo complementa con nuevos personajes que ejemplifican el panorama mundial durante la segunda guerra mundial. Una visión a la cubana con delicioso humor de ese período.
Así, la película sirve para entender la visión de mundo desde la perspectiva cubana. Estados Unidos es identificada con la mafia, la Capa Nostra, el director parodia a gánsteres como Al Capone y John Dillinger. Por su parte Europa es vista desde los regímenes totalitaristas, Alemania con el nazismo de Hitler; Italia con el fascismo de Mussolini, España con el franquismo de Franco. A su vez, la Unión Soviética liderada por Stalin es la aliada de los cubanos.
Hay un proceso de bestialización para los que ingieren la vampiyaba (nueva fórmula que da a los vampiros fuerza adicional y a los humanos los convierte en bestias), principalmente representado por los nazis y fascistas, como simbolismo de la pérdida de valores humanitarios. Hitler es representado como un lunático ambicioso quien sueña con su ejército personal de vampiros nazis para desolar Europa. Mussolini es un calculador que busca el poder para sí mismo.
A nivel local, Más vampiros en La Habana, critica el gobierno de Batista. El personaje del capitán Dumigrón simboliza la corrupción que carcome al gobierno desde sus adentros. Por eso, Pepito y sus amigos son militantes que buscan derrocar del poder a Batista.